La importancia de la actividad física en la salud mental

Los ritmos actuales de vida a menudo hacen que llevemos al extremo nuestras obligaciones, emociones y relaciones. Y es casi imposible encontrar un momento en el día a día para dedicarlo única y exclusivamente a cuidar de nuestro bienestar.

Cuantiosos estudios médicos y científicos han hecho especial énfasis en señalar lo importante que es hacer pausas continuas para atender nuestra salud mental y física. A veces dichas pausas no nos llevan más de 15 o 30 minutos. Para algunos es muy poco, para otros es suficiente.

En esta entrada te hablamos de los más importantes beneficios a nivel mental que obtenemos al practicar alguna actividad física al aire libre. Y también te ofrecemos algunos ejemplos que puedes poner en práctica en los espacios más cercanos y accesibles para ti, como un parque o deportivo público.

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El ejercicio cambia la química de tu cerebro

Se ha comprobado que las personas que practican algún deporte o actividad física de forma constante, obtienen una notable mejoría en su estado de ánimo. Esto es porque cuando estamos en constante movimiento, realizando una actividad por la que tenemos particular preferencia, nuestro cerebro presenta:

Mejoras en la conciliación del sueño. La actividad física regular puede influir directamente en una alta producción de melatonina. Lo que se traduce en una regulación del ciclo de sueño-vigilia, una mejor conciliación del sueño y en la calidad de descanso reparador durante toda la noche.

Reducción en los niveles de cortisol. Está comprobado que quienes practican algún deporte o actividad física de baja o mediana intensidad, presentan una reducción en sus niveles de cortisol. De modo que hay un mejor manejo de episodios de ansiedad causados por el estrés y la resiliencia es una constante en la vida de estas personas.

Alta liberación de endorfinas. Es bien sabido entre la comunidad de personas físicamente activas que el ejercicio cotidiano favorece la producción de endorfinas y serotoninas. Estos neurotransmisores coloquialmente llamados “analgésicos naturales”, generan sensaciones positivas, como euforia y optimismo, en las personas.

Aumento de producción de vitamina B. Caminar, ejercitarse, trotar o estirarse bajo los rayos del sol, especialmente antes de las 10:00 am y después de las 5:00 pm, es esencial para que nuestro cuerpo produzca vitamina D. No sólo para la absorción óptima de calcio y el fortalecimiento del sistema inmunológico. Además, esta vitamina es responsable de regular neurotransmisores como la serotonina y la melatonina.

Socializar en áreas deportivas y recreativas incentiva la salud mental

La socialización, que también se desarrolla en espacios recreativos y deportivos, aporta importantes beneficios en la salud mental. Esto es porque:

Imagen de Socializar en áreas deportivas

Te desconectas de los pensamientos obsesivos. Gracias a que durante una actividad física o deportiva se puede charlar o formar equipo con amigos o conocidos. Las personas pueden darse un respiro y desconectar de los factores que les causan estrés, ansiedad o depresión.

Se crea un apoyo social que aminora el estrés. Unirse a un deporte de equipo o un entrenamiento abre la oportunidad de conocer nuevas personas, pensar de forma menos obsesiva, y poner en perspectiva las situaciones que nos causan malestar. Por tanto, este tipo de “apoyo” que obtenemos al interactuar personalmente con otros, es fundamental para que el estrés sea “más manejable”.

Hay un trabajo de estimulación cognitiva. Practicar una actividad física nos ayuda a tener un cerebro más ágil y resistente al deterioro cognitivo. Por ejemplo, los ejercicios anaeróbicos incentivan la neurogénesis, es decir la creación de nuevas neuronas en el hipocampo, región que participa en la memoria y en el aprendizaje.

¿Qué actividades físicas mejoran nuestra salud mental?

A continuación, te ofrecemos algunos ejemplos de las actividades físicas que te ayudarán a mantener tu salud mental.

Caminata y trotar: Caminar y trotar a un ritmo propio y tranquilo es una forma efectiva de calmarnos y sentirnos libres cuando nos sentimos abrumados. Especialmente si lo hacemos en espacios al aire libre, entre ellos parques, bosques o áreas deportivas, como las pistas de trote.

Yoga al aire libre: La conjunción de respiración y movimientos conscientes en un entorno al aire libre nos ayuda a alcanzar estados óptimos de concentración, relajación y atención plena (mindfulness). Las áreas verdes en espacios recreativos son perfectas para practicar yoga.

Deportes en equipo: El básquetbol, fútbol o el voleibol es excelente no sólo para divertirnos y compartir tiempo con personas con las que creamos afinidades al trabajar en equipo. Además, con cada sesión en la que participemos, adquirimos nuevas habilidades que nos son esenciales para liberar tensiones y trabajar en nuestra autoestima.

Natación: Sumergirse y desplazarnos dentro del agua nos da la sensación de calma y sosiego. Por eso es muy importante considerar esta actividad si deseamos no sólo ponernos en forma y adquirir condición física, porque es un estupendo ejercicio para todo el cuerpo. Sino también para ayudarnos a reducir nuestros niveles de estrés y ansiedad.

Ejercitación al aire libre: Como lo mencionamos en artículos pasados, los gimnasios en parques públicos aportan beneficios en la salud física y mental para una gran cantidad de usuarios. Las personas pueden gozar de un entrenamiento corporal integral sin tener que desembolsar dinero ni tener que desplazarse lejos de sus hogares.

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En conclusión, podemos considerar la actividad física como una herramienta esencial para el cuidado de nuestra salud mental. Desde una modesta caminata hasta una sesión de ejercitación o un partido deportivo en equipo, podemos elegir la que mejor se ajuste a nuestro estilo de vida.

Cada actividad nos provee de bienestar emocional y es primordial para combatir naturalmente a los agentes emocionales antes mencionados que afectan de forma negativa a nuestro cuerpo y mente.

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