La relación entre el juego y la resiliencia en la infancia
En la infancia, los juegos nos permiten comprender de una forma sintética y breve ciertas ideas complejas que son fundamentales para que vivamos, en la medida de lo posible, con plenitud.
La resiliencia, o la capacidad para sobreponerse a situaciones difíciles, irreversibles y estresantes, conforma esa lista de ideas que todos los niños pueden comprender y manejar si se les enseña correctamente.
A continuación, veremos cómo la enseñanza lúdica de la resiliencia es una estrategia poderosa que se extiende no sólo en los días de infancia, sino a lo largo de la vida de los pequeños.
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¿Qué es la resiliencia y por qué es importante enseñarla a los niños?

La resiliencia es la capacidad de enfrentar, transitar y superar las adversidades que se presentan en nuestra vida. Para lograrlo se requiere adquirir ciertas habilidades que puedan ser puestas en práctica siempre que sea necesario.
En los niños es de suma importancia fomentar este aprendizaje para ayudarles a crecer de forma positiva y con mayor confianza. Así como brindarles herramientas con las que puedan encarar momentos complicados que les generen shock, estrés y tristeza, como la pérdida de ser querido, las malas notas escolares o la separación de sus padres.
¿Se puede aprender a ser resiliente por medio de juegos?
La respuesta es sí. De hecho, los Juegos Infantiles funcionan perfectamente para que los niños aprendan a manejar sus emociones, a tolerar la frustración y a trabajar su resiliencia.
Principalmente porque:
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Juegos para trabajar la resiliencia en los niños

Juegos de roles
En estos juegos se proponen situaciones o conflictos que se resuelven a partir de la personalidad de un personaje –como un superhéroe–, o con el conocimiento y las herramientas que posee una figura de autoridad, como un médico, un profesor, los propios padres del niño.
El conflicto o el reto por dilucidar puede ser algo sencillo, como reparar algo que está roto o descompuesto, o ayudar a alguien a encontrar un objeto perdido. Con este juego se enseña a los pequeños a manejar su frustración y a aprender a que los resultados no siempre son los esperados, pero no por ello son negativos o insuficientes.

Deportes en equipo
Como mencionamos antes, el trabajo en equipo nos muestra la importancia de aprender a ceder, cooperar, a tomar decisiones imprevistas y a comunicarnos de forma asertiva.
Los deportes en equipo son la prueba más grande de cómo ejecutamos estos conceptos que parecen sencillos hasta que los llevamos a la práctica.

Juegos de mesa
El ajedrez, el Jenga, el Uno, el Scrabble y el turista mundial –por mencionar algunos– son los mejores ejemplos de juegos de mesa que requieren capacidad de concentración, estrategia y empeño.
Además, estos juegos les enseñan a que los fracasos son una alta posibilidad incluso si se cuenta con las mejores destrezas.

Rompecabezas y puzzles
Desde muy temprana edad el uso de rompecabezas y puzzles funcionan perfecto para cimentar en los niños una gran capacidad de resolución de problemas, porque fomentan la paciencia, la reflexión y la concentración.
Los resultados satisfactorios les dan un mensaje claro a los niños: el esfuerzo sostenido les ayuda a conseguir sus metas.

Carreras con obstáculos
Los juegos que implican demostrar nuestras habilidades físicas son las mejores pruebas que tenemos para poner a prueba nuestra entrega y la capacidad que tenemos de admitir errores y derrotas. Y así son las carreras con obstáculos, pues por mucha preparación que tengamos a veces ocurren imprevistos que nos hacen caer o sencillamente no llegar a tiempo.
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