El aprendizaje a través del juego en la primera etapa de la infancia

Desde que nacen, los bebés aprenden a cada instante algo nuevo. Su mayor etapa de aprendizaje, sin duda, es la primera etapa de la infancia. Todo es absolutamente nuevo para ellos. Tienen que experimentar con cada uno de sus sentidos y su cerebro se desarrolla con gran rapidez, por eso es sumanente importante fomentar el aprendizaje a través del juego.

La primera etapa de la infancia es de 1 a 3 años, donde los niños comienzan una etapa increíble y muy dinámica en su desarrollo que incluye grandes logros del lenguaje, movilidad y crecimiento emocional. Es por ello que requiere de una estimulación adecuada tanto física como emocionalmente.

Los niños juegan de diferentes maneras, todo depende de su personalidad, habilidades e intereses o incluso sus necesidades, pero el juego se presenta, principalmente, según la etapa de desarrollo en que se encuentre cada uno.

Un año: Durante el primer año, el bebé descubre todo un mundo de sensaciones. Es el año del descubrimiento. El mayor desarrollo se produce a nivel sensorial. El bebé está atento y alerta para aprender. Aprovecha este momento para estimularle y conseguirás fantásticos resultados.

Dos años: Los bebés de dos años comienzan a ser más independientes y más curiosos. Se convierten en exploradores de su entorno. A los dos años, los niños empiezan una etapa de descubrimientos.

Tres años: es todo un explorador y utiliza los sentidos para su aprendizaje. Aumenta su concentración en una tarea y es capaz de pensar creativamente y de forma metódica para la resolución de problemas. Aprenden más vocabulario y empiezan a tener mejoras en la pronunciación.

Las guarderías, preescolares y colegios deben ofrecer tiempo de juego no estructurado. El aprendizaje divertido, en el cual los niños toman la iniciativa y siguen a su propia curiosidad, debería ser el punto de enfoque de la educación infantil temprana de alta calidad.

Además de fomentar la salud y el desarrollo de un niño, el juego ayuda a fomentar relaciones seguras, estables y provechosas que protegen contra el estrés y generan la resiliencia socioemocional.

En un estudio se revela que los niños de 2 y 3 años son ansiosos debido al ingreso al preescolar, pero tenían el doble de probabilidad de sentirse menos estresados si se les permitía jugar durante 15 minutos en el patio, en comparación con los compañeros de clase que escucharon un cuento.

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Juegos Modulares:

Son medios educativos diseñados para que los niños pequeños se sitúan en el espacio sean activos y se expresen.

Ofrecen la oportunidad de realizar secuencias de mini viajes estimulantes usando las habilidades motoras finas juegos de personificación y la interacción con compañeros. Productos recomendados:

Juegos Temáticos:

Ayudan principalmente al desarrollo intelectual y social de los niños pequeños. Les permite expresarse a través de juegos de simulación, así como adoptar y representar varios papeles imaginarios.

Estas actividades de juego fomentan la creatividad y la fantasía, ayudan a que los pequeños desarrollen sus habilidades lingüísticas. Estas actividades contribuyen al intercambio y la interacción

Productos recomendados:

Juegos Independientes o Clásicos:

Fomentan el uso de las habilidades motrices lo que ayuda a que los pequeños a que puedan conocer mejor su cuerpo y mejoren sus capacidades de equilibrio.  

Descubren el espacio la altura la noción de espacio vacío, pero también el placer del equilibrio y el deslizamiento. Ganan confianza.

El diseño ergonómico y seguro del equipamiento permite a los niños disfrutar por completo a estas nuevas sensaciones sin riesgo y a su propio ritmo. Productos recomendados:

El juego motiva a los niños a experimentar el aprendizaje a través de un sistema de prueba y error, sin miedo al fracaso y sin la presión de cumplir las expectativas impuestas por los adultos.

Cuando se integra en el contexto escolar, el aprendizaje a través del juego puede brindar a los niños una excelente oportunidad de practicar y dominar las habilidades que se les han enseñado, aprender unos de otros y, lo más importante, dirigir su propio aprendizaje. Según la American Academy of Pediatrics, los resultados han sido increíblemente positivos: el juego promueve la salud física y mental; favorece la interacción; contribuye a desarrollar la función ejecutiva.

Ofrecer a los niños muchas oportunidades para jugar es una de las mejores maneras de ayudarlo a crecer y a convertirse en un adulto curioso, creativo, sano y feliz, equipado con las habilidades necesarias para nuestro mundo actual.