Beneficios de los juegos de mesa en parques públicos

El ajedrez, el póker o el Monopoly requieren de concentración, recabación de información (memoria), destreza y sobre todo constancia en su práctica para obtener los mejores resultados. Por estos beneficios a nivel mental es que se recomienda su uso en personas de todas las edades.

En el caso de los niños, son perfectos estímulos para que adquieran vocabulario nuevo, comprendan las normas de los juegos, desarrollen habilidades en la resolución de desafíos, recurriendo a su inagotable imaginación, y se vuelvan paulatinamente más autónomos.

Se ha constatado que los juegos de mesa en parques públicos, como los puzzles, son fundamentales en los tratamientos no farmacológicos para enfermedades como Alzheimer, sobre todo en sus etapas iniciales. ¿Cuáles son los principales beneficios para el paciente? Estimular la concentración, la memoria visual, mantener la motricidad fina al reconocer diversos tamaños y figuras.

Los juegos de mesa son instrumentos idóneos para que las personas se relacionen de forma casual o simplemente para jugar una partida en el parque. Pensemos un poco en lo satisfactorio de tener un momento agradable y amistoso para aquellos niños que son tímidos o introvertidos, o en los adultos que son poco sociales y no les es tan sencillo iniciar un trato casual con desconocidos.

Algunos juegos de mesa involucran a más de dos personas. Pueden ser hasta cuatro participantes por partida. Por ende, se crea la posibilidad de que los jugadores se animen a romper el hielo e integren a otras personas al equipo.

El ajedrez, el dominó o el Go japonés no requieren demasiada interlocución en sus partidas. De modo que son actividades realmente agradables para las personas que no son muy verbales o no les es sencillo entablar o sostener conversaciones casuales.

Los juegos de mesas pueden resultar muy útiles en un entorno laboral, ya sea dentro o fuera de los lugares de trabajo. Esto es porque la disposición de este Mobiliario Urbano contribuye a fortalecer los vínculos entre los compañeros de trabajo, al aminorar la carga laboral, acercar a quienes no han tenido oportunidad de intercambiar ideas, e integrar a los nuevos miembros de un equipo de trabajo.

Una forma de mostrarles a los pequeños que no siempre se consiguen victorias es dejándolos experimentar las derrotas. Los juegos de mesa nos traen esta valiosa enseñanza. Con ella, aprendemos, por un lado, a regular la frustración y, por otro, a trabajar en nuestra empatía cuando resultamos ganadores.

Por tanto, creemos que no hay nada mejor para hacerlos sentir integrados en estas actividades, que ofrecerles estos instrumentos en áreas que les son cotidianas y familiares.