El juego en el período preescolar permite a los niños explorar y dar sentido al mundo que les rodea, además de utilizar y desarrollar su imaginación y su creatividad. El juego para niños de 3 a 6 años permite mejorar sus capacidades motrices, psicomotrices, sensoriales y sociales, por ende, el equipamiento lúdico que utilicemos debe basarse más en el movimiento con distintos niveles de dificultad a superar y así facilitar el descubrimiento de nuevas sensaciones físicas.
En esta etapa el desarrollo del niño está centrado en el fenómeno de la maduración, por lo que las necesidades básicas están relacionadas con el que se den las condiciones necesarias para que se produzca el desarrollo de la capacidad sensorial, motora y del lenguaje.
El objetivo fundamental de la educación en esta etapa es favorecer la estructuración de la personalidad, por lo que habrá que tener en cuenta el: