Los Espacios Públicos son los lugares que, por excelencia, posibilitan la interacción entre los miembros de una sociedad, pueden ser eventos y actividades de diversos ámbitos culturales, sociales, deportivas, políticas, entre otros. Y se entiende como Espacio Público los lugares como plazas, parques, kioskos, áreas de juegos, unidades deportivas, aceras, acotamientos, veredas, etcétera.
La importancia de estos sitios se denota a partir de que estos propician el conservar la historia de sus habitantes y los sucesos relevantes de cada época. Los Espacios Públicos otorgan memoria e identidad que se heredan como carácter único tanto a los sitios como a las personas.
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Ahora bien, preservar estos espacios es una tarea que para muchos representa un auténtico logro, porque depende de establecer un compromiso que concierne a toda la comunidad y que se continue por tiempo indeterminado. No obstante, no es del todo un reto imposible, ese camino podrá comenzarse a partir de una serie de labores específicas, efectivas e inclusivas.
¿Cómo se crea una conciencia social sobre el cuidado de los Espacios Públicos?
Concientizar a la sociedad, primeramente, por medio de campañas enfocadas en hacer énfasis de la importancia que traen a la vida cotidiana los Espacios Públicos. Se pueden acotar como funciones, entre las que se pueden incluir:
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Aunado a lo anterior, son de especial utilidad adecuar medidas que lo complementen directamente, como:
El Espacio Público como un lugar propio
Mientras mayor sea la convivencia y actividades que las personas puedan realizar en estos Espacios Públicos, paulatinamente, lo irán comprendiendo como un lugar propio.
Y es precisamente esa relación de pertenencia colectiva a la que se deben apostar la mayor parte de las medidas que se tomen para crear conciencia entre las personas. Además, con ello será posible la promoción de leyes y normativas que protejan estos lugares y los hagan valer por su alta estima.
Todo lo anterior en un ejercicio de enaltecimiento del derecho a la recreación y convivencia no sólo la de aquellos que se benefician directamente de los actos que se realizan en estos recintos, sino también de aquellos que encuentran en estos sitios una alternativa importante recreativa, cultural, ecológica y/o política fuera de sus lugares de residencia.
Sin duda, darle valor a un lugar depende enteramente de la contribución de los integrantes de una comunidad.
Es importante que con ayuda de las comunidades y el gobierno podamos cuidar y mantener con vida estos espacios que tanto aportan a la vida diaria de todas las personas.
