Actualmente, es común encontrar pasto artificial en lugares en los que antes predominaban los suelos de cemento o tierra. Y esto es por los cuantiosos beneficios que se obtienen gracias a la durabilidad de sus materiales y por la escasa intervención humana que se requiere para su cuidado. Además de las canchas deportivas, áreas recreativas o para fines decorativos, es frecuente que el pasto sintético también se instale en lugares –para muchos inusuales–, como jardines naturales, privados o de uso público.
Y es del uso de grama artificial en jardines naturales de lo que hablaremos en esta ocasión. Así como de algunas importantes recomendaciones que sugerimos seguir para aprovechar al máximo sus beneficios.
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¿Pasto artificial en un jardín natural?
Sí, no es una idea descabellada, y la naturaleza de uno y otro no se contrapone en absoluto. Los diseños de jardines de uso doméstico, comercial y público en la actualidad han adoptado nuevas estrategias para ser más amigables con sus usuarios y con el medio ambiente.
Por un lado, el incremento de alergias humanas al pasto natural ha sido un factor contundente para que las personas se alejen de lugares como jardines y bosques. Al sustituir este elemento por otro, como el pasto sintético, que te ofrece una estancia sin urticaria ni estornudos, se avanza enormemente en el trabajo de crear espacios amigables para todos.
Por otro lado, se ha demostrado que los elementos naturales de jardines no se ven afectados por la instalación de pasto artificial, pues no existe ningún tipo de invasión o daño hacia los árboles, arbustos y plantas. Al contrario, se contemplan distintos beneficios al elegir esta práctica, como veremos a continuación.
A nivel ecológico
El césped artificial, en cuanto a sus cuidados, resulta mucho menos contaminante que el césped natural. Y se llega a esta conclusión, porque:
A nivel económico
Optar por el pasto sintético también es una excelente inversión no sólo para lugares públicos, como jardines botánicos, también lo es para arrendatarios de residencias con jardines para eventos sociales o espacios para meditación, yoga o pilates.
Esto es porque el tiempo de vida de este césped es prolongado y porque se puede proporcionar mantenimiento a un costo muy bajo.
A nivel estético
Si algo se puede asegurar del pasto artificial es que su apariencia se mantiene intacta por mucho más tiempo. Los materiales (filamentos mayormente de polietileno y polipropileno) que se emplean para su elaboración son sumamente resistentes al uso rudo y continuo que se le dé. Además, en espacios exteriores, muestra un buen drenado de agua, lo que evita encharcamientos y formación de áreas con fango, según sea el caso.
En resumen: a nivel estético, este tipo de pasto tiene una ventaja sustancial.
Perfecto para crear más espacios verdes
El pasto sintético coexiste perfectamente con vegetación natural y endémica, por lo que es una alternativa que puedes contemplar en los proyectos que buscan el rescate de áreas verdes en construcciones urbanas, como edificios o rascacielos.
En muchas urbes, se ha adoptado la idea de instalar huertos urbanos en las azoteas con la finalidad de sembrar y cosechar vegetales y frutas frescos para ser utilizados por los restaurantes locales. En estos espacios, la instalación de césped artificial en las áreas que rodean los huertos es una acción atinada, pues además de ofrecer una superficie segura y antiderrapante en los pasillos, también está el hecho de que el suelo de las azoteas o rooftops se mantiene en buenas condiciones por mucho más tiempo, porque los materiales que constituyen este tipo de pasto no son invasivos ni perjudiciales.
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Algunas consideraciones que debes tener
Y aunque hemos enlistado algunos importantes puntos por los que la elección de un pasto artificial es provechosa, no está de más señalar ciertas consideraciones que se deben tener presente: