Puede parecer todo un reto integrar los elementos musicales precisos en tu área infantil para cubrir todas las expectativas de tus pequeños usuarios. Pero con una serie de decisiones acertadas puedes alcanzar ese objetivo y aún más.
En esta entrada verás la importancia de contar con juegos, juguetes e instrumentos musicales, escenarios para la expresión corporal e incluso objetos comunes y cotidianos, para que los niños vivan al máximo la experiencia musical desde distintos y preciados ángulos.
La música es la vida de los niños y las niñas

Sigue leyendo: La incorporación de los Juegos Musicales en las escuelas
En nuestro blog “La importancia de la música para los niños” hablamos de los efectos positivos que aporta el contacto temprano de los niños con la música, y que se ve reflejado en su desarrollo cognitivo, afectivo y físico.
Explicamos que, como apoyo en su aprendizaje en general, la música les permite dilucidar conceptos complejos (como las matemáticas) y consolidar paulatinamente estructuras mentales.
Además, referimos que escuchar música es fundamental para todos los niños y las niñas, no sólo su contexto cultural, familiar y social. Además, con ella, pueden explorar sus emociones y estimular su sensibilidad.
Concluimos que crear entornos musicales accesibles para los niños es la mejor forma en la que la actividad infantil, lúdica y de aprendizaje, se da de forma más natural y efectiva.
CÓMO HACER QUE TU ÁREA INFANTIL SEA MUSICAL
Es fundamental que los pequeños cuenten con distintos elementos que les permitan reconocer que la música está al alcance de sus manos y que pueden encontrarla a través de diferentes formas.
Una idea funcional es ofrecer distintos instrumentos que acerquen a los pequeños a la exploración y despierten su creatividad. No tienen que ser profesionales o muy costosos. Se puede optar por algunos más económicos, elaborados con piezas plásticas, e incluso de segunda mano.
- Percusiones. Los más populares entre los pequeños son las congas, los panderos, los xilófonos, los tambores, las campanas y los triángulos se han destacado en el acercamiento de los pequeños con sus habilidades musicales.
- Cuerdas. Las pequeñas guitarras, los ukeleles y los violines (de juguete y de madera o plástico) son perfectos para que los niños se inicien en la práctica de los instrumentos de cuerda.
- Viento. Las flautas son fundamentales para que los niños aprendan a modular la fuerza y la contención del aliento
- Campanas y triángulos. Ambos instrumentos son estupendos en el desarrollo del oído musical, la motricidad fina, así como la práctica de las dinámicas musicales.
No olvides que existen presentaciones de estos instrumentos (principalmente percusiones como xilófonos, congas, campanas y tambores) que están fabricados exclusivamente para áreas recreativas infantiles. Algunos de ellos los encuentras en paneles y de forma independiente colocados en pedestales, como los de las siguientes imágenes:


No olvidemos que una parte fundamental de la música es también interpretarla mediante movimientos corporales. Por tanto, es imprescindible habilitar un espacio para que los niños se expresen bailando, girando, saltando o reptando.
Cuando se trata de un lugar al aire libre, como los jardines o parques, lo ideal es que esté situada lejos de áreas deportivas, que cuente con una superficie anti impacto, y que tenga una cubierta para ofrecer refugio del sol y el calor (las velarias son perfectas para estas áreas).
En el caso de los espacios bajo techo, lo ideal es contar con un espejo a fin de que los peques se observen mientras se mueven y encuentren en el ritmo de los otros niños inspiración para sí mismos. A la par, es fundamental colocar una alfombra o superficie suave para que los niños realicen todos sus movimientos de forma libre y cómoda.
En ambos casos, es recomendable ofrecer materiales que contribuyan a que la actividad sea aún más divertida. Los listones largos, las mascadas o los aros (hula-hula) son las opciones empleadas para ello.

En el mundo de los niños es mucho más práctico y osado que el de los adultos. Por tanto, es esencial mostrarles a los pequeños que la música puede originarse a partir de objetos comunes, que se encuentran en casa, en la escuela, e incluso en la naturaleza.
Con esta acción pueden ser más creativos al explorar las distintas formas que conforman el mundo sonoro con cosas tan cotidianas como cacerolas de aluminio, cucharas de madera, popotes de distintos tamaños, botellas de plástico rellenas con piedritas o semillas, e incluso con ramitas de árbol pegando una caja de cartón.
Lo importante es que los peques descubran que con cada material se puede producir un sonido único; además de lograr distinguir entre vibraciones, duraciones de sonidos, timbres y volúmenes.
No te pierdas: Juegos infantiles sensoriales
No hay nada mejor que crear un entorno accesible y con todo lo necesario al nivel de los niños (especialmente los más pequeños) para incentivar en ellos confianza, una buena práctica en la toma de sus propias decisiones, así como la construcción de su autonomía.
Un entorno en el que todo esté al alcance de la mano invita a que los peques busquen explorar y conocer de una manera más natural. Es decir, si un niño ve un instrumento musical o un juguete en una estantería a su altura, es más probable que lo tome y empiece a manipularlo, a jugar o a explorar las formas de usarlo.
Se trata de que incluso en los juegos, en este caso los musicales, los niños sean más independientes con sus elecciones y descubran que la música está disponible para ellos en todo momento. Además de que, si juegan por su cuenta, la música será igual o más divertida que si lo hacen de la mano de un adulto.
A los niños les fascina oír su música preferida en altavoces o bocinas. Los incentiva a cantar, bailar y a socializar con otros pequeños.
Reproducir playlists a partir de las sugerencias de los propios pequeños es una herramienta sumamente útil para crear vínculos entre los niños, al tiempo que sus oídos y atención están expuestos a géneros y sonidos variados.
No se necesita mucho: una pequeña bocina portátil, un reproductor de música (basta con un iPod o un teléfono móvil), un micrófono y/o una grabadora de voz.

En resumen, integrar elementos de todo tipo que acerquen a los niños la música es una inversión imprescindible para su desarrollo integral. Ya sea en un parque, una ludoteca, un área de juegos bajo techo, ese lugar será el escenario de múltiples experiencias lúdicas, recreativas y experimentales muy valiosas para los niños.